Unos pocos casos de diferentes tipos
Proceso: Reconocer como causa el sentimiento de culpa por un aborto provocado veinte años antes, revivir ese dolor para que esto le permitiera perdonarse y abandonar el autocastigo expresado en el lupus, lo cual da vía libre a un proceso de curación física.
Proceso: La sesión lleva a una vida pasada en la cual, siendo adolescente, recibió un garrotazo de parte de un hombre adulto. Esto le causó una herida que nunca sanó completamente y que soportó durante toda esa vida. Tiene una larva energética de la misma forma de la herida y en el mismo lugar; el sanador la extrae. El paciente deja de sentir la molestia e interrumpe el tratamiento. Es posible que haya vuelto a presentarse la molestia, pues aún no había perdonado a su atacante.
Proceso: El sanador encuentra suciedad energética en la superficie del hueso de la cadera y extrae esta suciedad. La paciente deja de experimentar los dolores.
Proceso: El sanador, con la ayuda de sus guías espirituales, hace una limpieza del corazón del paciente; en pocos días desaparece el problema.
Proceso: A lo largo de numerosas sesiones se hace el tratamiento energético de los quistes ováricos mientras simultáneamente la paciente procesa conscientemente los problemas de su infancia en relación con su madre. Llega el momento en que el sanador percibe que ya no existen los quistes y la paciente se hace tomar una ecografía para compararla con otra anterior. Se comprueba que los quistes no existen. Por otra parte la paciente nunca se decidió a afrontar los aspectos emocionales relacionados con la masa en su intestino, la cual no varió en absoluto durante ese largo período de sesiones de sanación.
En última instancia, la sanación depende de la soberana decisión personal de cada persona.